Seguro que más de una vez te has encontrado pensando en otras personas que conoces…
Con las que te comparas y te da la impresión de que su situación es mucho mejor que la tuya.
Tienen más tiempo, tienen más apoyo, tienen más recursos…
Y entonces te quedas pensando «Ostras, qué bien me iría a mí si mis circunstancias fueran iguales que esas«.
O «Claro, a mí no me puede ir igual de bien, porque lo que a mí me sucede no tiene nada que ver.
Es más complicado.
Es más difícil.
Yo lo tengo peor.».
En el episodio de hoy quiero compartir una reflexión sobre por qué este tipo de pensamientos no sirven para nada…
Y también para que veas cómo te están afectando y qué es lo que te impiden ver.
Si te gusta el episodio y te quedas con ganas de más, puedes apuntarte a la NeusLetter.
En mis correos comparto historias y reflexiones relacionadas con el emprendimiento, la productividad, la mentalidad y la satisfacción personal.
Además de todos mis emails, recibirás inmediatamente la guía «Por qué no eres un put* desastre y cómo mejorar tus resultados hablándote con algo más de cariño«.
En caso de que quieras probar a ver qué tal, es por aquí.
Deja una respuesta