• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal

Neus Virgili

  • SOBRE MÍ
  • POR QUÉ NO ERES UN PUT* DESASTRE
  • BLOG

¿Con quién te comparas?

by Neus Virgili Dejar un comentario

Hoy vamos a hablar de las comparaciones. Específicamente de lo que ocurre cuando empezamos a comparamos a nosotras mismas con otras personas y nos entran todos los miedos e inseguridades del mundo, al pensar que no tenemos nada nuevo ni interesante que ofrecer.

Pero antes de entrar en materia, déjame que te recuerde que tienes disponible mi nueva guía gratuita con mis trucos favoritos para conseguir más en menos tiempo.


Supongo que compararnos con los demás debe ser una tendencia natural…

Al menos llegados a según qué niveles de modernización en los que lo realmente importante se desvanece y todo se acaba convirtiendo en una carrera por conseguir ser el primero, el que más tiene, el que más hace…  

Siempre EL QUE MÁS…

No sé en qué momento dejamos de estar satisfechos con nosotros mismos y pasamos a necesitar una prueba externa como referencia “fiable” de si valemos la pena o no. Pero intuyo que debe estar muy relacionado con lo vivido los primeros años de nuestra vida.

Si hemos vivido infancias en las que se nos valoraba únicamente por lo que hacíamos o conseguíamos, es muy probable que hayamos interiorizado esa sensación de que nosotras, sólo por ser nosotras, no somos suficientes…

Que debemos ofrecer resultados, que simplemente siendo tú te quedas corta…

Y este es un trabajo personal que cada una tiene que hacer y cuesta lo suyo. Porque lo tenemos tan metido en nuestro subconsciente que probablemente no seamos conscientes de lo mucho que nos ha afectado esa creencia de que debemos demostrar nuestra valía.

Así es cómo nos empezamos a comparar con los demás, porque necesitamos un criterio externo…

 

El mensaje que le das a tus hijos

 

Para las que somos mamás, de todos modos, es un buen momento para revisar qué tipo de mensajes estamos dando a nuestros hijos.

¿Les transmitimos mensajes centrados en lo bien que HACEN las cosas?

Seguramente lo estamos haciendo sin darnos cuenta y con la mejor de las intenciones, ¡no te sientas culpable! Es algo que llevamos de serie…

Pero la idea es empezar a poner el foco en lo que SON.

Porque ya son maravillosos por el simple hecho de existir. Son únicos, con sus personalidades arrolladoras, con su forma de actuar, incluso con sus rabietas…

Ya sabes que insisto mucho en cuidar el tipo de comunicación que mantenemos con nosotras mismas.

Así que no estaría de más, revisar el tipo de mensajes que les estamos dando a nuestros hijos, porque al fin y al cabo, lo que nosotras les decimos se acabará convirtiendo en su voz interior.

Porque aunque sea con la mejor de las intenciones, la mayoría de creencias que mantendrán cuando sean adultos se habrán colado en su mente antes de los 7 años.

Pero bueno, dejo aquí este tema porque daría para un post completo y volvamos al momento presente.

 

Te culpas por ser como eres

 

La cuestión es que crecemos y llegamos a la vida adulta con una gran diversidad de inseguridades que no sabemos exactamente de dónde vienen.

Y lo peor de todo, es que nos culpamos a nosotras mismas por ser así.

¿Lo ves? Tenemos problemas de autoconfianza y encima nos culpamos a nosotras por tener esos problemas.

¡Por lo que tenemos doble ración ración de falta de reconocimiento y doble ración de culpa por ser como somos!!!

 

No todo el mundo se compara del mismo modo

 

No todo el mundo se compara del mismo modo y esto es muy interesante.

Algunas personas, consciente o inconscientemente se comparan siempre con personas que creen que están en inferioridad de condiciones.

Esto es un intento estéril por “salir ganando” y sentirse mejor en la comparativa.

Luego están los que siempre andan comparándose con personas que consideran que han tenido más éxito o que creen que les van mejor las cosas.

Y en estos casos la comparativa ya no te permite sentirte “mejor”. Sino que al compararte con los que crees que están mucho mejor que tú, das lugar a tristeza, ansiedad, frustración, etc.

Fijémonos en que, realmente, cómo les vaya la vida a los demás no importa.

Lo que marca la diferencia es lo que creemos que está pasando, lo que creemos que están viviendo.

No existe una única realidad válida e indiscutible, todo depende de la interpretación que estamos haciendo constantemente de las circunstancias.

Si tú crees que el otro es un desgraciado y eso a ti te hace sentir bien (que tiene tela), pues va a dar igual si esa persona es tremendamente feliz y tiene una vida altamente satisfactoria. Simplemente porque a ti no te lo ha parecido y eso es lo único que cuenta.

A ti no te lo ha parecido y no te lo crees.

Pero ojo, es importantísimo saber que si nuestra valía la dejamos siempre en manos de terceros, si siempre necesitamos a ese tercer para saber cómo estamos, nunca, incluso si consideramos que estamos mejor, NUNCA, vamos a estar seguras de nosotras mismas.

Y si alguien nos rechaza, nos critica o nos juzga, vamos a pensar que es culpa nuestra, que no valemos la pena, etc, etc…

Y cuando decidimos convertirnos en mamás emprendedoras, pasa algo muy parecido.

 

Las comparaciones al emprender

 

Cuando empezamos a emprender es fácil y frecuente que empecemos a compararnos con personas que ya se dedican a esto, que llevan años haciéndolo o puede que hasta nos dé por compararnos con gurús reconocidos internacionalmente dentro de nuestro campo…

Compararnos con los demás no suele ser la mejor opción, sinceramente….

Primero, porque es imposible comparar dos cosas únicas, y eso es lo que somos cada una de nosotras, únicas, especiales, irrepetibles.

¿Está claro, verdad?

No te puedes comparar con nadie más, fin de la discusión.  xD

Dicho esto, y si tu cerebro sigue resistiéndose a confiar en tu potencial y todo lo que tienes que ofrecer al mundo…

Piensa que no tiene ningún sentido que te compares con personas que no están, ni por asomo, en la misma situación que tú.

¿Qué criterios vas a seguir si estás comparando peras con manzanas?

¿Vas a decirle a la pera que es peor porque no es de color rojo?  

¿Y si comparamos un pez con un pájaro?

¿Qué vara de medir vas a usar para saber quién es el mejor?

¡No se puede comparar!

¿Qué significa ser el mejor, realmente?

Tú quieres emprender y ayudar a otras personas y de repente ves a otros que llevan años transitando estos caminos y te entra el miedo.

Piensas que nadie te va a escuchar o prestar atención porque total, no eres nadie, hay otros por ahí fuera con muchísimas más experiencia y bagaje que tú que ya tienen miles de seguidores.

Se dispara la voz de alarma y empiezas a preguntarte seriamente por qué alguien iba a fijarse en ti.

Esto es muy habitual y creo que todos, TODOS, hemos tenido esa sensación de pánico total en algún momento.

Y hay varias formas de desmontar este monstruo aterrador.

 

Dejando de lado las comparaciones

 

Efectivamente, siempre habrá personas que van a ser todo un referente en tu mercado y tu nicho, igual que hay mogollón de médicos, científicos, fotógrafos, periodistas y maestros.

Algunos serán más buenos que otros, algunos puede que incluso sean celebrities, pero todos ellos, tanto los famosos como los no famosos, pueden ganarse muy bien la vida.

No se gana la vida únicamente el mejor de la profesión, ¿verdad?

¡Entonces sólo habría UN médico, UN maestro, UN político y no es así!

Hay muchísimas personas en todos los campos que trabajan de lo mismo y todos se pueden ganar muy bien la vida.

Por otro lado, tal vez ese gurú, está a unos niveles de conocimiento que no todo el mundo puede seguirle, porque se dirige a personas que ya tienen ciertos niveles de conocimiento en ese campo.

Habrá muchísimas personas interesadas en esa temática que son principiantes, que justo han empezado a interesarse por esa área y que todavía les suene todo a chino.

Entonces no es que no necesiten al gurú, es que como se empeñen en escucharle sólo a él van a acabar abandonando porque les va a parecer todo demasiado complicado!

Y en ese momento es cuando tú puedes entrar en acción.

Porque no serás un referente en tu mercado (todavía), y probablemente no seas tan técnica o  sepas convertir términos complejos en conceptos asequibles, que hagas fácil lo difícil, que uses ejemplos cotidianos que conecten con la gente…

¡Hay mil cosas que tú puedes hacer que ese máximo referente de turno no estará haciendo!

Hay personas a las que les encanta leer libros teóricos con lenguaje científico, y luego están los que prefieren aprender apelando al sentido común, con un lenguaje ameno, cotidiano, de estar por casa…

¡Y todos tienen su público!

Cada uno puede conectar con lo que le gusta y por eso está genial que haya esa variedad de profesionales dedicándose a lo mismo desde diferentes enfoques.

Por otro lado.

Piensa que esa necesidad de compararte con el que está más arriba o delante de ti, también viene motivada porque tu cerebro más primitivo, está intentando mantenerte a salvo y que no abandones tu zona de confort.

Si consigue que te creas que no tienes nada nuevo ni interesante que ofrecer al mundo, hará que tu inseguridad aumente y decidas quedarte en tu zona de confort.

Y ya está, te quedas quieta, no haces nada, y tu cerebro puede relajarse porque no te estamos atreviendo a hacer nada.

Seamos más listas que ese cerebro primitivo!!!

Pobrecito, sólo se preocupa por mantenernos a salvo, se lo agradeceremos eternamente, pero vamos a demostrarle que fuera de nuestra zona segura también ocurren cosas maravillosas, ¿no?

 

Nos olvidamos de mirar hacia atrás

 

¡Si siempre miramos al que está por delante, nos olvidamos que mirando hacia atrás, y detrás de ti hay muchíiiiiiisimas personas que no tienen tu experiencia ni tus conocimientos!

No te enfoques en llegar a los que ya han transitado tu camino, mira a los que no han llegado a donde estás tú porque esos son los que realmente te necesitan y sí van a estar interesados en lo que tú les puedes ofrecer.

A menudo valoramos poco lo que sabemos porque sale de nosotras de forma natural o porque ya hace tiempo que lo aprendimos y nos parece que todo el mundo está al mismo nivel…

¡Pero no es así!

¡Por cada cosa que tú haces sin pestañear hay varias personas que no tienen ni idea de por dónde empezar!

Y todas esas, van a preferir seguir los pasos de alguien que les inspire confianza, con quién se sientan identificadas, antes de seguir al gurú o gurusa de turno.

En serio, no tiene ningún sentido que te compares con una persona que no tiene nada que ver contigo.

¡Tú no habrás tenido sus experiencias y ella tampoco habrá tenido las tuyas!

No va a estar en tu cabeza, no va a hacer las asociaciones de ideas que tú vas a hacer, no va a contar con tu contexto, con tu historia, tu personalidad ni tu forma única de hacer las cosas.

¡Saca partido a todo aquello que sólo tú puedes ofrecer porque sólo tú estás viviendo tu vida!!!

 

Sólo hay una única persona con la que vale la pena compararse

 

Y si sigues teniendo esas ganas irracionales de compararte con alguien, escoge a la única persona con la que vale realmente la pena compararte: contigo misma.

Para ser consciente de tu crecimiento y de tu éxito no necesitas buscar respuestas ahí fuera.

Fíjate en ti, en lo que haces, en lo que aprendes, en lo que empiezas a hacer distinto y entonces sí, compárate contigo misma y celebra todos tus cambios, mejoras y transformaciones!

Si tienes ganas de competir, compite contigo misma.

Esa es la única competición que tiene sentido.

Lo mejor a lo que podemos aspirar es a mejorar, a convertirnos cada día en una mejor versión de nosotras mismas.

“Si usted me conoce basado en lo que yo era años atrás, usted ya no me conoce más. Mi evolución es constante. Permítame presentarme nuevamente.«

De eso se trata, de cambiar nosotras, de compararnos con nosotras mismas y que al echar atrás digamos: “Madre mía no tengo nada que ver con quién era hace 6 meses, un año o 5 años”.

Así que te animo a calcular de nuevo las coordenadas y poner el punto de mira en ti. En dónde estás y dónde te vas a dirigir, en tu crecimiento, en tus avances y tus mejoras.

Porque de ahí es de donde vas a sacar todas las alegrías verdaderamente significativas.

 

Compárate para inspirarte y motivarte

 

¡Y cada vez que te sorprendas de nuevo a ti misma comparándote con una persona que ha llegado a donde a ti te gustaría, que no sea para sentirte fatal, que sea para inspirarte!

Alégrate por su éxito, fíjate en cómo lo ha hecho y tómatelo como una prueba de que si alguien ha podido conseguirlo, es que es posible hacerlo. Y por lo tanto tú también puedes.

Que todas esas comparativas sean para devolverte la confianza.

Recuerda siempre que pensamientos limitados nos llevan a vivir vidas limitadas. Así que atrévete a tener pensamientos extraordinarios para vivir una vida de leyenda que te haga sonreír al mirar atrás.

 

IMPORTANTE: Si quieres derribar los bloqueos internos que te mantienen estancada y desarrollar una nueva mentalidad que te llevará a dar forma a tus proyectos más ambiciosos de una vez por todas, échale un vistazo a mi RETO GRATUITO BYE BYE BLOQUEOS.  A lo largo de 5 días voy a ayudarte a identificar y desmontar los miedos que te mantienen alejada de la vida de tus sueños.

Si te ha gustado el episodio de hoy, me encantará que dejes una valoración de 5 estrellas en iTunes o un me gusta o comentarios en iVoox.

¡Mil gracias por estar aquí, nos vemos en el próximo post!!!

 

Otros posts que pueden interesarte:
3 grandes lastres que frenan tu desarrollo personal
No soy nadie, cómo superar el Miedo a Empezar
No soy nadie, cómo superar el Miedo a Empezar

Archivado en: Mentalidad Etiquetado con: Desarrollo Personal, emprender, mentalidad

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los datos que proporciones al enviar tu comentario sólo serán utilizados para responderte.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Copyright © 2023 NEUS VIRGILI | Todos los Derechos Reservados

Esta web utiliza cookies propias con finalidad técnica, son necesarias para el correcto funcionamiento de la página y se instalan automáticamente.

Puede utilizar también otro tipo de cookies, que personalizan el contenido, publicidad y anuncios, que necesitan de tu aprobación para instalarse. ¿Lo aceptas?

Si necesitas más información puedes ver la política de privacidad o la política de cookies

Neus Virgili
Ofrecido por  GDPR Cookie Compliance
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Cookies estrictamente necesarias

Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.

Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.