¿Tiene sentido conformarte con menos de lo que realmente deseas?
Cuando tu situación actual no coincide con el lugar en el que te gustaría estar, tienes dos opciones:
- Una es arremangarte las mangas y hacer lo que tengas que hacer, para llegar allí donde realmente te gustaría estar.
- La otra es fingir que tampoco es tan importante y tratar de ignorar o silenciar tus sueños más profundos.
Dicho así puede parecer que la solo hay una opción posible, pero lo triste es que la mayoría de personas pasan sus vidas arrastrándose por la segunda opción.
Regularmente hacemos sacrificios en todos los aspectos de nuestra vida y lo hacemos por varias razones.
- Nos sacrificamos por alguien más.
- Anteponemos los deseos y necesidades de otros a las nuestras propias.
- Sentimos que si no lo hacemos nostras, nadie más lo hará.
- Creemos que es la única opción posible para «salvar» la situación.
- O incluso puede que creamos que no merecemos nada mejor o que no está a nuestro alcance.
Y a veces no solo nos conformamos con menos de lo que soñamos, sino que directamente nos conformamos con menos de lo que necesitamos.
De lo que necesitamos.
NE-CE-SI-TA-MOS.
¿Necesitamos para qué?
¡Para estar bien!
¡Llegamos a acostumbrarnos a no estar bien!!
Es muy fuerte esto, eh!
Evidentemente un sacrificio así no siempre es consciente, de hecho, la mayoría de las veces es una renuncia totalmente invisible y silenciosa.
Pero sus efectos son igualmente devastadores.
Porque en el fondo te estás conformando con no ser feliz.
Y cuando te conformas con menos, en cualquier aspecto de tu vida, te conviertes en cómplice de tu propia decepción y frustración.
Conformarte con «lo que hay«, es renunciar a todo aquello que eres capaz de hacer.
Es renunciar a lo que realmente te define.
¿O acaso tus sueños no tienen que ver con la persona que verdaderamente eres?
Tus sueños son un reflejo de la versión más auténtica de ti misma.
Cuando renuncias a ellos, renuncias a ti misma.
Señales de alarma que indican que te estás conformando con menos
- Estás siempre cansada. Constantemente agotada física y mentalmente.
- Te quejas, te quejas, te quejas y todo te molesta.
- Le das muchas vueltas a todo, pero raramente pasas a la acción.
- Te escudas en el «Más adelante». Ahora no es el momento, no es la mejor situación, ya veremos…
- Te sientes atrapada.
- Sufres estrés, nerviosismo y malestar que no sabes bien de dónde vienen (eso es porque has construido varias capas «protectoras» entre tú y tus verdaderos anhelos).
- Te das motivos para justificar que seguir como estás es la mejor opción.
Las personas que se han conformado con menos de lo que desean, son buenísimas racionalizando sus decisiones.
Siempre encuentran explicaciones y todo tipo de motivos que «demuestran» que su decisión (de no hacer nada distinto) está totalmente justificada.
Tienen multitud de razones y explicaciones de por qué las cosas no salieron como deseaban…
Pero el «estaba muerta de miedo» no suele ser una de ellas.
Una señal inequívoca de que te estás conformando con menos de lo que realmente deseas es que te desconectas de ti misma
Cuando te conformas con menos, en cualquier ámbito de tu vida, esa área pasa a ser un lastre, algo insatisfactorio y poco gratificante.
Un trabajo que no te llena, rápidamente se convierte en una fuente de frustración.
Una amistad que se mantiene por inercia, afecta a tu bienestar.
Estar con alguien que te drena, afecta rápidamente a tu auto-estima y a tus resultados.
Por eso es vital rodearte de personas y de entornos que te inspiren, que te motiven a sacar lo mejor de ti y te animen a alcanzar tus sueños.
Como bien dice Gary Keller, tener en tu entorno a las personas erróneas puede ciertamente disuadirte, desanimarte y distraerte del rumbo que te has marcado.
Busca a aquellos que propicien y sustenten tus metas y enséñale la puerta a quien no lo haga.
Cuando nos conformamos con menos, nos estamos robando lo que realmente merecemos
Cuando constantemente nos conformamos con menos de lo que queremos, nos convertimos en cómplices de nuestra propia insatisfacción.
Al conformarnos nos detenemos, dejamos de buscar y de crecer.
Y la mayoría de las veces nos detenemos antes de hora y nos conformamos con mucho menos de lo que merecemos.
Las personas nos conformamos con menos porque cedemos a las presiones de nuestros miedos, nuestras inseguridades y presiones externas.
Aceptamos la mediocridad porque parece el único camino hacia la seguridad.
¡Meeeeeec!
Error.
Consecuencias de conformarte con menos de lo que realmente deseas
Hay situaciones y decisiones que tienen un coste tangible, ya sea a nivel de tiempo o de dinero.
Pero conformarte con menos de lo que realmente deseas y silenciar o ignorar los verdaderos deseos de tu alma, siempre tiene consecuencias.
Todas esas renuncias se irán acumulando, te irán desgastando y puede que incluso llegue un momento en el que te cueste reconocerte.
Llegará un día en el que te costará recordar la última vez en la que realmente te sentiste realmente satisfecha y llena de vida.
Todos aquellos planes, ideas y proyectos que no llegan a ver la luz se convierten en un gran peso que erosiona tu espíritu
La renuncia te consume y te desgarra por dentro.
El otro gran peligro de conformarse con menos de lo que mereces es el arrepentimiento perpetuo.
Y nadie merece esa carga.
Si te has sentido identificada, es el momento de reaccionar y empezar a hacer cosas distintas.
A medida que comiences a tomar decisiones que reflejen lo que realmente deseas en tu vida:
- Empezarás a sentirte mucho mejor contigo misma.
- Mejorará tu autoestima.
- Te será mucho más fácil identificar aquellas situaciones, decisiones y relaciones que te alejan de aquello que verdaderamente te haría feliz.
- Nuevo subidón de autoestima.
- Y estarás creando el espacio para que aparezcan nuevas oportunidades.
Piénsalo bien.
¿Qué deseas?
¿Lo tienes claro?
¿Puedes visualizarlo?
No te conformes con menos.
Deja una respuesta