Trabajar desde casa dedicándote a lo que te apasiona suena muuuuy idílico, ¿verdad?
Flexibilidad, conciliación, libertad de horarios…
A cualquiera se le pondrían los dientes largos….
¿O no?
Bueno, está claro que la parte «bonita» del emprendimiento (con mucho postureo y altas dosis de glamour) vende mucho…
Pero lo cierto es que emprender tiene sus luces y sus sombras.
Y a veces ese desajuste entre «la realidad» y lo que nos encontramos en nuestro día a día como mamás emprendedoras, nos llena de frustración, dudas y malestar.
¿Te parece si hablamos hoy de cómo superar todos esos retos que toda emprendedora tiene que afrontar?
Falta de respeto hacia nuestro trabajo
Uno de los primeros problemas con los que nos topamos es lo que interpretamos como una falta de respeto hacia nuestro trabajo por parte de nuestro entorno.
Familiares (y no solo menores de edad) que te interrumpen en cualquier momento.
Peticiones de ayuda que tienen más que ver con la comodidad de preguntar a quién ya sabe la respuesta que a «espabilarse» sin ti.
Y mil y una interrupciones más que acaban cargándose tu concentración y te dejan en plan «¿EN SERIO? ¿En serio teníais que interrumpirme para esto?!?!?!?«
SOLUCIÓN: Realmente es una falta de respeto, pero empieza por ti misma.
Eres tú quién tiene que poner unos límites y respetar tu propio trabajo porque, los demás, ¡no lo harán!
Intentarán ir a lo fácil, a lo que ya conocen, y eres tú quién tiene que dejar claro que trabajar en casa no significa que estés disponible para cualquier cosa.
La única forma de hacer ver a los demás que tu trabajo merece respeto es que tú misma empieces a respetarlo también.
No te levantes a la primera de cambio, no salgas al rescate si oyes «follón» en casa…
Empieza por respetar tú misma tu tiempo de trabajo y ya verás cómo los demás acaban interiorizando que «cuando mamá trabaja, se la deja trabajar».
En definitiva, actuar como lo harías si estuvieras trabajando en una oficina a 5 km de casa y responder a las mismas urgencias por las que se te buscaría si ese fuera el caso.
La flexibilidad se vuelve en tu contra
Cuando trabajas en casa todo el mundo parece dar por hecho que, al estar en casa, lo tienes más fácil para cuidar de lxs niñxs, recogerlos del cole, preparar la comida..
Que tener flexibilidad está genial, poder cogerte el día libre si te apetece, irte de excursión, hacer pellas, lo que sea. Pero siempre que la decisión salga de ti.
Si de repente te das cuenta de que son los demás los que empiezan a decidir qué vas a hacer tú con tu tiempo, córtalo de raíz porque, de nuevo, eres tú quién tiene que dejar claros los límites.
Que lo tengas más fácil no significa que debas hacerlo.
Porque si te dedicas a hacer todo lo que los demás «te traspasan», te vas a quedar sin tiempo para nada más.
Lo de ser buena samaritana, en tu tiempo libre. ¿Ok?
Y si te sigue costando decir que no, plantéatelo de este modo:
¿Esto sucedería si estuvieras trabajando en una oficina?
¿Sería posible hacerlo si tu trabajo estuviera a 5km de casa?
¿Dejarías que tu jefe te pasara ese tipo de marrones en horario laboral?
Falta de horarios
Nos gusta lo que hacemos, lo haríamos durante horas, no nos cansamos de hacerlo…
Y ahí viene cuando no damos nunca por terminada nuestra jornada laboral.
Si ya nos cuesta desconectar de ser madres, no te digo de ser emprendedoras.
Espera un momento que voy al PC que acabo de acordarme que…
Un segundo que voy a apuntar una idea que…
Ay que se me olvidó escribirle a…
Necesitas desconectar, tener tiempo para relajarte, para estar con tu familia, para cuidarte o simplemente no hacer NADA.
El trabajo no se va a acabar, siempre habrá un nuevo post que escribir, una nueva publicación que subir…
Tienes la ventaja de que no tienes un horario de trabajo cerrado, puedes tener días de todos los colores, pero fíjate una hora de cierre y respeta tus descansos.
Macedonia de emociones
Otro clásico.
Empiezas el día totalmente entusiasmada con lo que estás haciendo y de repente pierdes la confianza en ti misma y empiezas a dudar absolutamente de todas tus decisiones.
Hay días difíciles en los que no consigues salir del «No soy lo suficientemente buena«.
Y de repente tienes una nueva idea, piensas en una nueva estrategia, un nuevo producto o servicio, y ¡PAM!, vuelves a la cima.
Emprender nos pone a prueba en muuuuuchos sentidos, pero la montaña rusa emocional hace estragos.
Pasamos rápidamente del «Voy a petarlo» al «Soy un puto desastre«.
Tan pronto te sientes capaz de doblar tu facturación en un pis pas, como te empiezas a sentir una inútil total y te entran ganas de meterte bajo el edredón abrazada a una terrina de chocolate.
Y, ¿sabes qué es lo peor?
Que solemos interpretar esta marea de emociones como una «prueba palpable» de que no estamos hechas para esto, y nada más lejos de la realidad.
Lo cierto es que no hay forma de bajarte de la montaña rusa emocional.
Ni el tiempo ni la experiencia van a conseguir sacarte de ahí.
Pero sí que aprenderás a ver venir las subidas y bajadas y podrás manejarlas con algo más de perspectiva y sentido común.
El batiburrillo emocional va a seguir ahí, pero con el tiempo y algo de práctica, dejará de dominarte.
Las comparaciones (en las que siempre sales perdiendo)
Que si mira lo que ha hecho fulanita…
Que si mira como menganita ha sido más rápida en implementar aquello a lo que yo le llevo dando vueltas semanas.
Que si como mola lo que ha hecho..
Que si para qué voy a hacer yo algo si no lo voy a hacer tan bien, ni tan bonito, ni tan rápido, ni na de na.
¡Qué manía tenemos con compararnos con otras personas!
Da igual si los demás están en otro momento vital, tienen una situación personal completamente distinta a la tuya o empezaron su aventura emprendedora cuando tú ni tan siquiera sabías que era esto de emprender online.
Mira cómo Sinead lo tiene claro:
Por otro lado…
¿Sabías que cada segundo se suben 4.000 fotos a Facebook y que cada día aparecen 80 millones de nuevas imágenes en Instagram?
¿Y cuántas de ellas crees que muestran la realidad?
La mayoría de publicaciones que vas a ver por ahí están completamente sesgadas, manipuladas y edulcoradas.
Y lo triste es que no solo te estás comparando con otra persona que no tiene nada que ver contigo, sino que puede que lo estés haciendo con la imagen que esa persona está intentando hacerte creer.
¡Cuando existe una gran diferencia entre ser y parecer!
Hazte un favor y desintoxícate de toda esta información irrelevante.
Deja de mirar qué están haciendo lxs demás y fíjate en el camino que tú tienes delante.
A los que se mueven a nuestro alrededor solo hay que mirarlos para no chocar, nada más.
Tú a lo tuyo, con tu camino, tus objetivos y tus tiempos..
Que para algo es TU vida, TU emprendimiento y TÚ la jefa.
5+1: Creer que el equilibrio existe e intentar ir a por él
No fui del todo consciente del daño que nos hace intentar perseguir y mantener el manido equilibrio hasta que leí Solo Una Cosa de Gary Keller y Jay Papasan (una lectura que te recomiendo muchísimo).
Porque lo cierto es que para conseguir lo que queremos (sea lo que sea), vamos a tener que dejar de hacer muchas cosas.
Como bien dijo David Allen, podemos hacer cualquier cosa, pero no podemos hacerlo todo.
Así que no, no se trata de mantener el equilibrio y hacer un poco de todo.
En absoluto.
Se trata de desequilibrar por completo nuestras vidas.
Tenemos que dejar de hacer muchas cosas totalmente innecesarias y dedicar tiempo a aquellas tareas, actividades y proyectos que sí nos permitirán alcanzar nuestros objetivos.
Y hasta aquí los principales retos que toda emprendedora tiene que afrontar.
Ahora me encantaría saber de ti, si te has sentido así alguna vez, si ya estás acostumbrada a lidiar con todos estos marrones emocionales o si añadirías algo más a la lista.
Te espero en la sección de comentarios ?
Como siempre me encanta leerte.
Tienes toda la razón. Las interrupciones en casa alteran a cualquiera.
Hay que plantarse y explicarles a todos(a tus niños y marido) que estás trabajando y que no estás disponible en ese rato.
Me ha encantado el icono del final para medir el impacto del post. He estado trasteando su web y tiene muy buena pinta, lo malo es el precio ?. En cuanto tenga más recursos creo que me lo instalaré.
Ay Sandra! El plugin para las reacciones está genial, y hasta hace poco tenían un plan de acceso gratuito, pero se acabó. En nada voy a dejar de utilizarlo yo también 🙁
Totalmente de acuerdo. Yo personalmente trabajo por cuenta ajena pero todas estas situaciones las vivo igualmente porque en cuanto te pones a hacer algo que es para ti o representan sueños a los que aspiras.. Zas! Aparecen estos obstáculos y es cierto que tiene mucho que ver con los límites que nosotras debemos poner para que respeten nuestro espacio y nuestro tiempo. Gracias por los consejos y por hacernos pensar/actuar de una forma diferente y ser conscientes de ello.
Totalmente, es aplicable a cualquier situación en la que queramos reclamar tiempo para nosotras. Me alegra mogollón saber que mis contenidos te ayudan a pensar/actuar de forma distinta :*