La vida siempre te hace comer tus palabras.
Durante años dije que no podía entender cómo una pareja era capaz de pasar todo el día juntos sin matarse. ¡Y mucho menos tener un emprendimiento conjunto!
Obviamente, el destino se rió en mi cara y en este momento no sólo estoy viajando junto a mi pareja alrededor del mundo, sino que también trabajamos junto enseñando a profesionales independientes a montar un negocio online para que puedan ganar dinero haciendo lo que les gusta.
Esto significa que pasamos muchas -muchas- horas viéndonos la cara. ¿Cómo fue que pasé de ser una profesional independiente a emprender en pareja?
Como muchas otras cosas, a veces las situaciones simplemente se dan sin que las busques activamente. Y eso fue exactamente lo que nos pasó a Camilo y a mí. No pasamos nuestra primer cita hablando sobre planes de negocios pero después de convivir 4 años y decidir vender todo para irnos de viaje, querer tener un negocio juntos no nos pareció una idea tan loca.
A ver, no voy a pintar un mundo de rosa: emprender con tu pareja no es fácil y mucho menos para cualquiera.
Pero no es imposible.
En este post quiero contarte cómo hacemos nosotros para viajar, vivir, y trabajar juntos sin sacrificar nuestra relación.
Aprendé a ignorar a la otra persona
“¡Ay, pero que lindo! ¡Están todo el día juntos!” me decía una amiga que sólo veía a su novio un par de días a la semana.
Y suena bien, ¿no? Estar las 24 horas del día con la persona que amás.
En la práctica las cosas no son tan así.
No tardás en darte cuenta que si el espacio de cada uno no se da forma natural -como cuando hay un trabajo de oficina de por medio- los límites se desdibujan y es muy fácil olvidarse de que cada uno es un individuo que existe más allá de una relación.
Esto es especialmente cierto cuando además tu pareja es tu socio. A veces se hace imposible saber dónde termina el trabajo y dónde empieza la relación. Los roles que cumple cada uno son más complejos y llegar a un equilibrio requiere bastante trabajo.
Nosotros encontramos que “ignorar” al otro incluso cuando estamos en la misma habitación nos ayuda muchísimo a tener un relación sana.
Entendemos que hay un tiempo y lugar para cumplir con el papel que nos toca, y no sentimos la presión de hablar o prestar atención al otro simplemente por estar trabajando en el mismo escritorio.
Hablando de papeles…
Al principio de nuestra aventura nos propusimos tener horarios de trabajo, y horarios de disfrute. Trabajar a full durante el día, y en las tardes salir a recorrer cualquiera fuera la ciudad de ese mes.
¿Sabés cuánto nos duró eso? Creo que no llegamos a la semana.
Lo mismo ocurrió con los roles dentro de la empresa. Un consejo que se escucha por muchos lados es separar las obligaciones de cada parte con el fin de tener responsabilidades equilibradas.
Y suena hermoso en la teoría, pero en la práctica encontramos que es casi imposible definir los límites.
¿Cuál es mi consejo? Aprender a ser flexibles. Llevar un negocio adelante -especialmente cuando no hay mucha experiencia- es garantía de que van a ver muchísimos obstáculos que van a tener que superar juntos, aprendiendo en el momento cómo enfrentarlos.
Prueben si realmente les sirve tener papeles definidos donde no se solapen las obligaciones, o si se siente más cómodos trabajando en lo mismo juntos.
Una de las maravillas de tener un negocio propio es que no hay una fórmula sobre cómo llevarlo al éxito. Tenemos la libertad de crear nuestras propias reglas adaptadas a nuestra situación y dinámica como pareja.
En nuestro caso encontramos que tener una buena comunicación y debatir sobre lo relacionado al negocio sin que uno sea “jefe” es la manera más productiva de trabajar.
Hablando de comunicación…
Una de las mayores causas de peleas en una pareja es la comunicación. “Uy, ¡que noticia Sol!” pensarás con un gesto sarcástico.
Entiendo que no estoy diciendo nada nuevo en ese aspecto. Lo que sí puedo decir es que agregarle el stress y la presión de un negocio en conjunto es elegir deliberadamente jugar en “modo difícil” cuando hablamos de la comunicación en pareja.
Me explico.
Recién estuve hablando sobre los papeles de cada uno, y que hay que encontrar el equilibrio según cada pareja. Pero en el tema de la comunicación voy a aconsejar lo contrario: hay que aprender a separar los sentimientos por el otro y lo relacionado al negocio.
No es cuestión de preguntarse si van a discutir por el emprendimiento. Eso es una certeza. Incluso nosotros que nos llevamos muy bien en otros aspectos, tenemos encontronazos de vez en cuando relacionados a Wanderlancers: temas de dinero, tiempos, cosas que se hicieron o dejaron de hacer, etc.
Entender que esas “peleas” no son un reflejo del estado de la pareja no fue automático. Tuvimos que trabajar y comunicarnos hasta llegar al punto en que podemos separar los diferentes aspectos: el de socios y el de compañeros románticos.
Si están pensando en emprender juntos, hagan mucho énfasis en la comunicación. Me atrevo a decir que si es algo en lo que tienen problemas entonces tener un negocio se les va a dificultar muchísimo.
¿Qué es lo más importante en este sentido? Acordar y manejar expectativas, tanto del negocio como en su pareja. Pero como en este momento nos enfocamos en la empresa voy a darte un par de tips de sobre cómo nosotros lidiamos con esto.
Hablar sobre dinero es lo primero en la lista. Las finanzas se unen cuando el emprendimiento es de los 2, y aunque parezca obvio hay que ponerse de acuerdo en cuáles son las metas financieras (pst! No es sólo decir “ganar dinero”) y también en cuáles van a ser las inversiones y gastos del negocio y las propias.
Saber en dónde está parado cada uno respecto al dinero es esencial.
Lo segundo es la planificación. Todos los domingos nos sentamos a planificar la semana y a dividir las diferentes tareas acorde a las metas de ese mes. Utilizamos calendarios conjuntos y múltiples herramientas para mantenernos al día y avanzar de acuerdo al calendario.
Obviamente hay muchas facetas en cuanto a la comunicación con la pareja, pero en nuestro caso esas dos cementaron la base para poder tener un negocio juntos y no matarnos en el camino.
La pregunta del millón: ¿vale la pena emprender con tu pareja?
No hay forma de dar una respuesta objetiva. En este momento, para mí es un rotundo sí.
Tener un negocio entre los dos nos ayudó a conocernos desde otra perspectiva, y tuvo una gran influencia en nuestras metas conjuntas a largo plazo.
Nos encanta pasar tiempo juntos, y para serte sincera, es realmente divertido.
Como todo, es un riesgo. No hay garantías. Pero al fin y al cabo estás con alguien para armar un proyecto de vida, ¿no?
¿Estás pensando en emprender con tu media naranja? ¿Cuáles son tus mayores dudas? ¡Decime en los comentarios!

Sol
Sol y Camilo son la mente maestra detrás de Wanderlancers.com, dónde enseñan a profesionales independientes a montar un negocio online sustentable para que puedan vivir como quieran ganando dinero haciendo lo que más les gusta.
En su sitio vas a encontrar recursos y estrategias para emprendedores, aprender de lo bueno y lo malo de trabajar online, y cómo hacer para convertirte en un freelancer exitoso y no tener que volver a trabajar en una oficina.
También tienen una comunidad muy activa en Facebook, y podéis encontrarlos en Youtube e Instagram.
Deja una respuesta